Kellogg Insight - Tres claves para reinventarse como profesional después de un despido
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Careers ene. 3, 2023

Tres claves para reinventarse como profesional después de un despido

Es fundamental replantearse lo que se quiere hacer en el futuro en lugar de abalanzarse sobre la primera oportunidad laboral.

woman standing confidently

Lisa Röper

Based on insights from

Ellen Taaffe

Los despidos suelen tomar a la gente por sorpresa. Hasta los mejores trabajadores pueden perder su empleo como consecuencia de un cambio radical en su sector industrial, un plan de austeridad empresarial o un cambio de prioridades corporativas.

¿Qué hacer una vez superada la consternación inicial? ¿Precipitarse inmediatamente a buscar un nuevo trabajo?

"El primer instinto de muchas personas las lleva a emprender una actividad frenética", afirma Ellen Taaffe, profesora adjunta de Gestión y Organizaciones y directora de programas de liderazgo femenino en la Kellogg School of Management.

Pero ese frenesí puede ser nefasto, porque las priva de la oportunidad de evaluar lo que de verdad quieren hacer ahora en su carrera y los pasos que tienen que de dar para lograrlo. Incluso el viejo consejo de tomarse la búsqueda de empleo como si fuera un trabajo a tiempo completo puede ser contraproducente, advierte Taaffe, porque aumenta excesivamente la presión para aceptar la primera oferta laboral que se presente, independientemente de su idoneidad.

Taaffe propone tres claves para recuperarse de un despido y prepararse para el siguiente paso en la vida profesional.

1. Hacer una pausa para adquirir perspectiva

En los primeros momentos después de un despido tenemos las emociones a flor de piel. No nos lo podemos creer. Nos sentimos encolerizados, traicionados y avergonzados, incluso cuando hemos sido víctima de una oleada de despidos.

Es importante reconocer que en la vida un despido es un acontecimiento de extrema gravedad, afirma Taaffe. Ceder al impulso de dejarlo atrás con la mayor rapidez posible puede impedirnos aprender algo de la experiencia.

"Tomarse un tiempo para reflexionar, hacer ejercicio físico, pasar un rato en la naturaleza o volver a disfrutar de nuestras aficiones nos puede ayudar a adquirir perspectiva y recuperar el equilibrio", afirma Taaffe. "Incluso escaparnos un fin de semana para rodearnos de gente que sabe lo que nos sucede y se preocupa por nosotros puede ayudar a estabilizarnos y darnos un respiro".

Claro que no todo el mundo se puede permitir el lujo de pasar mucho tiempo sin ingresos.

Pero a menudo hay más tiempo para hacer una pausa de lo que creíamos al principio. En la medida en que nuestra situación económica lo permita, Taaffe recomienda incorporar períodos de descanso y reflexión en la búsqueda de un nuevo empleo.

"Hablar con otras personas que hayan sufrido un despido ayuda a no dramatizar demasiado la situación", añade Taaffe. "Con el tiempo, comprenderemos que, por muy dolorosa que sea en tiempo real, la experiencia no pasa de ser un punto y aparte en nuestro currículum. Puede abrir toda una serie de nuevas oportunidades y conducirnos a algo que siempre hayamos querido hacer".

2. Recalibrar las prioridades

La nueva búsqueda de empleo debe comenzar con un análisis. Hagamos balance de lo que más nos gustaba de nuestro antiguo puesto y consideremos lo que más valoramos en estos momentos. Taaffe recomienda hacer una lista de diez prioridades para el próximo empleo. Tal vez nos interese un tipo de trabajo concreto, un tiempo de ida y vuelta al trabajo más corto o la oportunidad de adquirir nuevas competencias.

La lista nos servirá para evaluar las características de las nuevas ofertas de empleo en función de nuestras prioridades. Este ejercicio nos recordará que tenemos cierto control sobre el proceso y que ningún trabajo es perfecto, pero que algunos se ajustan más que otros a nuestras prioridades.

"Ningún trabajo encajará al cien por cien con ellas y la mayoría no pasará del ochenta o noventa por ciento, pero a través de este ejercicio tal vez nos percatemos de que cierto aspecto del trabajo nos es absolutamente indispensable", afirma Taaffe.

Tras la eliminación de su puesto de gerente de marca en Whirlpool durante la crisis financiera de 2008-09, Taaffe estaba evaluando trabajos similares en otros sectores cuando se dio cuenta de lo harta que estaba de presentar diapositivas y de permanecer todo el día sentada en reuniones.

"Lo que quería hacer era trabajar con gente capaz e inteligente para impulsar marcas y el punto de vista de los consumidores", afirma. "Siempre había deseado intentar algo más emprendedor".

Después de veinticinco años de trabajo para “la América corporativa”, se incorporó a una pequeña firma especializada en estudios de mercado y estrategias de promoción de marcas. Llegó a dirigir esta pequeña empresa dotada de una cultura extraordinaria, diversificó su cartera de productos y servicios, y pudo dedicarse más al trabajo de tutoría y consolidación de negocios que tanto le gustaba.

Pero averiguar la medida en que una determinada oportunidad laboral se ajusta a nuestras prioridades requiere tiempo y esfuerzo. Aceptar un puesto de consultor para un proyecto en una empresa es un buen modo de aprender cómo sus miembros interactúan y llevan a cabo sus propósitos. Antes de dar el salto a su nueva empresa, Taaffe dirigió una sesión de implicación estratégica, lo que le permitió concluir que encajaría bien y que el siguiente paso más idóneo sería incorporarse a ella.

Al no tener acceso al funcionamiento interno de una empresa, nos resulta difícil ver más allá del título y la remuneración del cargo y determinar nuestro interés por la estructura del trabajo, la cultura de la organización y las posibilidades de ascenso. Durante las entrevistas, Taaffe recomienda preguntar a los empleados cómo describirían la cultura de la organización y el tipo de personas que tienen éxito en ella, así como lo que ocurre cuando las cosas salen mal.

"Algunas empresas creen que si no fracasan en algo todos los años no están siendo lo suficientemente innovadoras", afirma Taaffe. "En otras, basta con que el lanzamiento de un producto falle para que desaparezcan todos los integrantes de un equipo. Es cuestión de saber cómo gestionan el riesgo. Pero, sobre todo, hay que preguntarse a sí mismo: ¿es una cultura en la que yo sería capaz de aprender y prosperar?".

3. Aprovechar las redes de contactos

Un aspecto que puede resultar incómodo a la hora de reincorporarnos al mercado laboral es la necesidad de reactivar la red de contactos que hemos cultivado a lo largo de nuestra carrera. Taaffe aconseja a sus alumnos mantenerse en contacto con su red de forma sistemática, para no recurrir a ella solo cuando necesitan algo, pero sabe que no siempre es fácil realizar el esfuerzo y encontrar la oportunidad de hacerlo.

"Después de haber sufrido un despido, uno tiende a evitar que su red de contactos vuelva a quedar inactiva", afirma Taaffe. "Pero la primera vez que sucede, puede que cueste cierto esfuerzo reactivar esas relaciones".

Taaffe tiene un par de reglas sencillas para contactar a las personas con las que hace tiempo no nos comunicamos: reconocer el distanciamiento y explicar que nos gustaría reanudar el contacto; a continuación, anunciar que hemos sufrido un despido y que nos gustaría saber de qué modo la historia y la trayectoria profesional de esas personas nos podrían ayudar a decidir los siguientes pasos.

A algunos les resulta más fácil pedir consejo de forma pública que cara a cara, como una antigua alumna de Taaffe, que anunció recientemente su despido por LinkedIn y pidió ayuda a toda su red de contactos.

Algunos siguen sintiendo vergüenza, por injustificada que sea, y dudan en pedir ayuda. Hay que recordarse continuamente a sí mismo que los despidos son habituales en muchas profesiones, si no en la mayoría de ellas, y que no hay que tomárselos a pecho. Si nos sentimos aislados, dice Taaffe, pidamos consejo a las personas en las que más confiamos sobre cómo hablar de nuestra situación y ampliemos el círculo.

"Evitemos formular el temido ruego: ‘¿Puedo hacerte un montón de preguntas, tú que eres un experto?’”, dice Taaffe. "Eso demuestra que no nos hemos tomado la molestia de ordenar nuestros pensamientos. A las personas ocupadas hay ponérselo fácil para que sepan cómo ayudarnos".

Es mucho más productiva una reunión de 30 minutos con algún contacto para saber cómo hicieron su transición de ventas a marketing (y lo que podemos aprender de su experiencia) que para hacer otro análisis de lo que falló en nuestro último empleo.

"Que un 10 por ciento de la conversación verse sobre lo que ocurrió en el pasado —dice Taaffe— y un 90 por ciento sobre lo que está por venir, lo que queremos aprender y la huella que nos gustaría dejar".

Featured Faculty

Clinical Associate Professor of Management & Organizations; Director of Women's Leadership Programs

About the Writer

Amy Merrick is a writer based in Chicago.

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